Una ventaja importante de DERMABRAS es que permite al paciente reincorporarse a sus actividades inmediatamente después de realizado el tratamiento. Por sus cabezales intercambiables, también permite una adaptación de la dermoabrasión al tratamiento deseado y la sensibilidad del paciente.

La esteticista controlará la potencia de succión, para poder incrementar la abrasión hacia un nivel progresivo o decrecerla, afectando solamente la superficie de la piel y dejando ligeros rasgos rosados que desaparecen a los pocos minutos. Puede ser utilizado en diversos tratamientos de embellecimiento facial en los que permite, por ejemplo, la realización de higiene a distintos niveles, de este modo, resulta posible reducir el espesor del estrato córneo de la epidermis, a fin de favorecer la eliminación de células muertas o aumentar la permeabilidad de la piel, facilitando así la absorción de sustancias nutritivas, reconstructivas, etc.

Los tratamientos con dermoabrasión utilizan dos sistemas: abrasión y vacumterapia. Con la abrasión las células muertas e impurezas de la piel son eliminadas de la superficie cutánea, algunas aspiradas hacia el filtro interno del equipo, cuyo flujo unidireccional evita que las partículas vuelvan a contactar con la piel del paciente, y otras pueden quedarse en la superficie siendo retiradas al finalizar el tratamiento utilizando un tisúes.

Asociado a la abrasión está la vacumterapia que nos ayuda a su vez a realizar una descompresión de los tejidos, así como hiperemia (beneficiando a los tejidos por oxigenación y nutrición).

Como argumento podríamos decir que nuestros tratamientos e higienes se diferencian del resto por no utilizar un peeling cosmético, sino una exfoliación mecánica mucho más profunda y no es necesaria la aplicación de vapor para poder eliminar comedones. Con nuestra técnica de dermoabrasión por punta de diamante conseguiremos eliminar la parte oxidada del mismo (punto negro) y la extracción seria meramente puntual.